Todo un pueblo conjura contra el ricachón estafador en una noche de oscuridad y camaradería en la que ningún plan puede salir mal. #PorQuéLeer «La noche de la Usina» de Eduardo Sacheri (Alfaguara, 2016).
La historia transcurre en O’Connor, una localidad bonaerense de pocos habitantes a los que la crisis de principios del 2000 dejó con escasas posibilidades. Lejos de bajar los brazos, un grupo de vecinos se organiza para comprar la acopiadora de granos y devolver el pan a sus mesas. Sin embargo, no contaban con la astucia de un egoísta y avaro coterráneo que los sorprende disfrazado de corralito bancario. Descubierta la emboscada, los protagonistas de «La noche de la Usina» se proponen hacer justicia por mano propia y recuperar lo robado. ¿Estarán estos adultos mayores con achaques en condiciones de ponerle el pecho (y el cerebro) a los planes?
Este libro es una red. Desde las primeras páginas es imposible de soltar. Y por varios motivos: la forma en la que está escrito, el contexto tan tristemente familiar para los argentinos, el entrañable grupo de casi jubilados interviniente y el desarrollo del plan a cuentagotas. Mientras nos hacemos amigos de «los buenos» y aprendemos a odiar al “malo», nos sumergimos sin poder evitarlo en la trama exquisita. Por eso, para mí es un #LibroSúperRecomendable. Ideal para las vacaciones y por si estás con ganas de abrazar una historia muy atrapante.
(Ocho años antes de «La noche de la Usina» -que recibió el premio Alfaguara de novela 2016-, Sacheri había publicado «Aráoz y la verdad«, que transcurre en el mismo pueblo y con los mismos personajes. Tampoco se lo pierdan: es excelente).