La apertura contó con duros discursos del presidente de la Fundación El Libro y de la escritora Liliana Heker, anuncios de medidas de Jorge Macri y la ausencia del secretario de Cultura de la Nación.
La 48° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires comenzó con gran expectativa y a la vez preocupación por el panorama que está atravesando la cultura nacional. Los discursos de apertura fueron en esa tónica y varios de los oradores plantearon serios cuestionamientos al Gobierno nacional. En el otro extremo, Jorge Macri intentó despegarse y habló de extender el Pase Cultural y duplicar la cantidad de bibliotecas que brindan apoyo escolar.
El primero en disertar fue Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación El Libro, quien dio la bienvenida a los presentes a la “gran fiesta del libro, de la cultura y de la democracia».
“El libro es cultura, y en momentos en los que se encuentra hackeada, atravesada por el intento de desfinanciamiento, este evento se erige como un faro cultural en el medio de la oscuridad, y como un sostén democrático y plural, en donde hay lugar para todas las voces y pensamientos”, indicó.
Además, criticó las medidas económicas que afectan el poder adquisitivo de la gente, lo que provoca que “el consumo en cualquiera de sus formas sea un lujo que muy pocos se pueden dar»; y analizó con preocupación el presente de la industria del libro que todavía se recuperaba de la pandemia.
“Un ataque despiadado a todas las expresiones culturales, sin justificación económica, pero respaldado por un sesgo ideológico alarmante, no hace otra cosa que poner en guardia a los creadores esenciales que nos hacen la vida más placentera. Concurrir a la Feria este año representa un acto de rebeldía y de resistencia. Como nunca este espacio plural, activo, será el eje central alrededor del cual girará el repudio de todas las fuerzas culturales a las políticas devastadoras que propone este gobierno”, sostuvo.
También mencionó las consigas por las que referentes culturales se están manifestando desde el comienzo de la gestión actual: No al cierre del Fondo Nacional de las Artes, no al cierre del Instituto Nacional del Teatro, no al desguace del Instituto Nacional de Cine INCAA, no a la derogación de la ley N° 25542 de Defensa de la Actividad Librera, no a la negativa a comprar algo más de 14 millones de manuales escolares por parte del Ministerio de Capital Humano, que iban a ser entregados a las escuelas pública, si a la Universidad Pública Gratuita e Inclusiva.
Y hacia el final, Vaccaro apuntó: “No registra la memoria de nuestra Feria que el Gobierno Nacional haya estado ausente, sin un stand. La excusa de que su participación implicaba un desembolso de 300 millones de pesos no es otra cosa que una flagrante mentira. Luego de despreciar este espacio, el Presidente de la Nación no se sonroja y pide participar, lo que está previsto para el próximo domingo 12 de mayo en la Pista Central de La Rural. Su presencia implica una serie de erogaciones extraordinarias que la Fundación El Libro no puede afrontar. Se lo digo con una mano en el corazón: no hay plata. Por lo tanto, todo lo atinente a su seguridad y de la gente que concurra a su evento correrá por su exclusiva cuenta, o lo que es peor, será un gasto extra para el Tesoro Nacional”.
Después hablaron representantes de Lisboa, la ciudad invitada de honor en esta edición, y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, quien intentó despegarse de las políticas culturales de Nación y anunció una serie de medidas para fortalecer el área.
“Mi presencia acá no es protocolar, sino una muestra de mi compromiso. En mi gestión, la cultura ocupa un lugar imprescindible. Nuestra identidad se expresa en esta Feria, porque acá se respira libertad y diversidad. Siempre vamos a estar comprometidos con el derecho a la lectura y el acceso a la cultura”, aseguró el jefe de Gobierno.
Y remarcó: “Cuenten con nosotros en esta y en las ediciones futuras”, en referencia al apoyo económico que la Ciudad hace a la Feria, y en clara diferencia a Nación que lo quitó con la llegada de Javier Milei al poder.
Entre las medidas que anunció se encuentra la extensión del Pase Cultural, la duplicación de bibliotecas donde se brinda apoyo escolar, el aumento de libros para reforzar el patrimonio de la Red de Bibliotecas Públicas, la creación del mapa georeferenciado de todas las bibliotecas y librerías de la Ciudad, y un sistema de envío de libros a domicilio para personas mayores de 65 años.
Finalmente, llegó el turno de la escritora Liliana Heker, quien cuestionó duramente las políticas de la administración nacional en materia de cultura y educación; a la vez que resignificó el valor del libro en este contexto: “El libro adquiere una significación muy especial. Por la inagotable diversidad de posibilidades que implica, y por ser el exponente de un amplísimo registro del conocimiento y del arte, me parece atinado instalarlo como un justo representante de todo lo que hoy es atacado en este campo. Reivindicarlo entonces se me hace una cuestión imperiosa”, destacó.
“Que los argentinos no analicemos los mensajes, que no sepamos leer, puede ser a nivel gubernamental un buen modo de evitarse problemas. Y sugiere una explicación probable para el ataque que se viene haciendo a toda institución o medio que favorezca el aprendizaje, el conocimiento, la reflexión, y la actividad cultural en general. El objetivo de ese ataque, conjeturé, sería reducir al máximo el número de los que saben leer: apocar, diríamos, al adversario potencial”, advirtió, aunque también subrayó: “Algo está fallando en el programa, sin duda: pese al empeño gubernamental no se ha podido conseguir, hasta el momento, una nueva y completa generación de ignorantes”.
En esa línea, aseveró: “Lo que se intenta desfinanciando las universidades, desprestigiando el trabajo docente, cancelando el programa Leer aprendiendo, que estaba destinado a los chicos de las escuelas, cerrando centros de investigación de enorme prestigio (y podría seguir con un largo y doloroso etcétera), es negarles a estos jóvenes, negarnos a los argentinos, la libertad de elegir. Que estemos desinformados, que nos adormezcamos bajo el arrullo de invectivas, anuncios inconsistentes, insultos a mansalva y “verdades sagradas” que no admiten réplica”.
Pero, mostrando su “hilacha optimista”, como la describió la escritora, también señaló: “El nuestro es un país que vale la pena. Esta Feria que desde hace casi medio siglo se viene llevando a cabo va a constituir mi primer ejemplo. Estuve en algunos eventos similares de otros países, tan o más importantes. Pero casi no vi gente. Y en esta Feria nuestra, desde su primera emisión y aun en circunstancias históricas muy difíciles, el público viene, recorre los stands, busca o encuentra determinado libro, compra lo que puede, asiste a los actos culturales, habla con algún escritor, se encuentra con un amigo que hace tiempo no veía. Siente que este es un lugar que le pertenece. En nuestro país el libro importa. Y ese es un dato nada desdeñable acerca de cómo somos. O de cuáles son nuestras posibilidades”.
Y concluyó: “Para terminar como corresponde brindo porque, en un futuro muy cercano, nuestra amada Universidad Pública esté funcionando a pleno y cada vez con más estudiantes, porque nuestras instituciones y medios culturales puedan trabajar por entero y con todo su personal para el desarrollo y la difusión de nuestra cultura; porque siga existiendo a través de los años, cada vez más pujante y más popular, esta Feria del Libro, y porque haya muchas otras a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Cada vez con más concurrencia, cada vez con más creatividad, cada vez con más lectores”.
La 48° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires se llevará a cabo hasta el 13 de mayo en La Rural (Avenida Santa Fe 4201). Las entradas se pueden comprar en la página web de la Fundación El Libro.
Jubilados, niños, estudiantes, personas con discapacidades, docentes y poseedores del pase cultural pueden acceder en forma gratuita. Y según informaron desde la organización, la entrada también será libre el 29 y 30 de abril y el 2, 6, 7, 8 y 9 de mayo de 20 a 22.
Escuchá los discursos completos: