Tiene 24 años, vive en la villa 31 de Retiro y en julio del 2020 abrió Ikaros Store, la primera tienda de mangas y kpop del barrio. Quién es Yampier Quevedo, un lector devenido librero.
Año 2020. En plena pandemia, muchas personas se quedaron sin trabajo. Una de ellas fue Yampier Quevedo. Alentado por su primo, decidió usar los ahorros que tenía para armar una pequeña tienda de aquello que más le gusta: animé, kpop, mangas.
“Tengo este gusto por los productos del universo japonés desde muy chico, unos siete u ocho años. Por las tardes veía en la tele Dragon Ball, Pokèmon, Sailor Moon, todos los animés clásicos”, rememora Quevedo.
Probablemente, su tienda, Ikaros Store, habría deslumbrado al niño que fue. Además de los mangas, se puede conseguir desde ramen hasta accesorios, pasando por golosinas. Y no falta el merchandising.
¿Qué es un manga?
El mundo del libro es inmenso. Una de sus habitantes es la historieta. En Japón la historieta se llama manga y es la contundente protagonista del mercado editorial. Tiene una modalidad de publicación que recuerda a los folletines: con frecuencia semanal o mensual aparecen nuevas entregas de infinidad de historias seguidas muy de cerca por sus lectores. La mayoría de los mangas están impresos en blanco y negro y tienen una particularidad: se leen de derecha a izquierda. La contratapa habitual acá es la tapa.
El manga moderno nació en Japón después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la industria del entretenimiento se volvió fundamental para soportar la crudeza e inclemencias del nuevo mundo de posguerra. Los primeros mangas fueron infantiles. Con el tiempo (y el éxito que tuvieron) se empezaron a producir también para adultos.
A partir de la década de 1990 estas historietas japonesas empezaron a llegar a Occidente, donde quisieron editarlas a color y cambiarles el sentido, para que se pudieran leer de izquierda a derecha. Pero muchos autores se opusieron a este último cambio, porque se perdería la esencia original de su creación. Finalmente, se mantuvo el formato original.
Hay mangas para todas las edades, géneros, profesiones y estratos sociales. Estas historias, primero plasmadas en papel, son las que luego se convierten en animaciones conocidas como animé.
El comienzo de Ikaros
Días antes de la apertura del emprendimiento Yampier publicó un mensaje en sus redes donde decía en qué punto del barrio 31 iba a estar, para que la gente pudiera pasar a ver todo lo que había preparado para la inauguración. Al principio, nadie aparecía, pero poco a poco se fue armando una multitud. “No pensé que a tanta gente le iba a gustar estos productos. Vinieron chicos, padres que compraban cosas para sus hijos e incluso para ellos mismos”, recuerda Yampier. Esto lo sorprendió y lo animó a seguir.
-¿Qué es lo que más se llevan del negocio?
-La gente va a Ikaros a buscar mangas más que nada. Pero últimamente, por el problema del dólar, a cada rato suben los precios. Esto hizo que baje un poco la venta.
Sin embargo, los clientes siguen llevando llaveros, collares, vasos y más cosas personalizadas con las imágenes de sus personajes favoritos.
–¿Qué es lo que más te gusta de los mangas?
-Lo que más me gusta es la variedad de géneros. Hay de fantasía, de deporte, escolares, de oficina, de historia antigua, medieval, japonesa. Infinidad de autores, de mundos. Además son muy bonitos, conozco mucha gente que tiene colecciones. Después de todo, los mangas no son solo dibujos, sino también lectura y aprendizaje.
Cómo visitar Ikaros Store
Martes a domingos de 13 a 19
Avenida Alpaca bajo la autopista (entre Caña e Islas Galápagos, frente a la oficina de El Galpón)