En este video les comparto mi rutina, mi estructura y mis deudas a la hora organizarme con mi trabajo freelance.
Manejar nuestros tiempos en el trabajo independiente requiere mucha organización. Y conjugar trabajo, estudio y vida social se puede hacer un poco difícil. Por eso, sin querer ser una “gurú” de la eficiencia, en este video les comparto mi rutina, lo que más me ayuda a mí (¡Y LO QUE MENOS!) y algunas cositas más.
De todas formas, creo que la organización para el laburo «freelance» se va logrando con el tiempo, no se desesperen si pasaron 2 meses desde que empezaron y todavía no hallaron el equilibrio. Al contrario: tenerse paciencia es parte del proceso.
Este video está dividido en cuatro temáticas:
1.Aliados: Son esas cosas que no me pueden faltar. Almanaque con rectángulos grandes para escribir lo que pasa cada día, agenda, cuaderno de apuntes e ideas, resaltadores de colores (yo les suelo poner un código por color), una pizarra blanca donde puedo llevar un proyecto en particular del que necesito tener referencias más visuales, post it donde escribo cosas que puedo ir moviendo de lugar y listas de actividades diarias, semanales y mensuales. Yo soy más de la vieja escuela y necesito tener todo en papel, pero también se pueden utilizar herramientas digitales.
2.Tareas: Saber las tareas que tenemos que cumplir nos va a hacer más fácil ordenarlos, saber qué cosas tenemos que hacer sí o sí y cuáles podemos flexibilizar. Esto es importante para quienes nos cuesta dejarnos tiempo para el ocio y nos permite saber si podemos agregarnos nuevas cosas o ya estamos a tope.
3.Tiempo: El tiempo es finito, lo cual es limitante pero no siempre es algo malo. Seamos sinceros, si los días tuvieran 36 horas, ¿nos alcanzaría ?¿o también nos quedaríamos cortos? Aprender a gestionar el tiempo es clave. Estar trabajando desde las 8 hasta las 23 todos los días por “ganar tiempo” no está bueno y no es saludable.
4.Enemigos: Son aquellas cosas que nos distraen y los problemas que puedan surgir. A mi me complica siempre el celular, el desorden en mi escritorio, no saber por dónde empezar o tener la pestaña de mails abierta, porque son cosas que hacen que me disperse muy fácil. Después están las presiones externas, las exigencias de un otro que interfiere, que nos sacan de lo que habíamos programado. A esas situaciones también tenemos que aprender a gestionarlas.
5.La eficiencia: Según la RAE es la capacidad de lograr los resultados deseados con el mínimo posible de recursos. Para mí esto se va aprendiendo con mucho trabajo sobre uno mismo. Siempre que haya algo que modificar en mi estructura tengo que repensar dentro de mi eficiencia como me voy a reorganizar. Es algo que se hace toda la vida y es algo para lo que es necesario conocerse a uno.
Y dejo algunos extras: Tener siempre las baterías cargadas, anotarse las ideas apenas aparecen, incorporar momentos de distracción reales, comer en una mesa y no en la compu de ser posible, tratar de quitarnos rápido de encima las tareas que más nos agobian y no compararnos con otros.
Esta no es una receta infalible, tiene más que ver con parar de vez en cuando, evaluar la forma en que nos ordenamos y en base a eso, saber si queremos seguir así o hay algo que podamos modificar para mejor.
¡Espero que les sirva y me gustaría que me cuenten cómo se organizan ustedes!