¿No sabés qué leer? Tentate con estas tres recomendaciones literarias de la semana.
Esta cuenta se compromete con tentarte a leer, a acercarte a los libros. Esta vez voy con:
OJOS DE MIRAR Y VER de Didi Grau y Paula Adamo (Ediciones de la Terraza, 2017)
Hay un momento en la vida en que alguien nos enseña la diferencia entre ver y mirar. Y de eso trata este libro/pieza de arte. El libro nos ofrece entrar en la dimensión de Rocío, una chica que sabe ver a su alrededor, mientras los vecinos, las señoras y los señores que se cruza y hasta su propia madre no pueden descubrir.
Rocío está mirando el verano y lo encuentra en los pequeños detalles que ve gracias a que dispone su tiempo y su atención a las pequeñas grandes cosas: el color de las hojas, los ojos de un niño buscando la ramita perfecta para fabricar una gomera, la intención de los perros en su olfateo.
Como lectores (adultos y niños, para qué diferenciar) vamos a poder leer/mirar el libro en todo su esplendor: está plagado de detalles que lo hacen infinito.
La editorial cordobesa Ediciones de la terraza cree en “una cultura cada vez más libre” y trabaja con la política de Creative Commons. Cualquiera que lo desee, puede descargar la versión digital del libro y hacerla circular.
FALSA FAMILIA de Carlos Ríos (Estructura Mental a las Estrellas -EME-, 2022)
No recuerdo exactamente, pero pongámosle una certeza del 80 por ciento a este recuerdo: uno de los editores de Estructura Mental a las Estrellas, EME, editorial de La Plata recomendando fervientemente este libro en alguna Feria de Editores (FED) pasada (¿2022?, ¿2023?).
Lo cierto es que los libros llegan a sus lectores en algún momento y acá está la novela-experimento-experiencia de Falsa familia. Este es un libro que transcurre. Y punto. Hace foco en el movimiento de un docente de taller literario entre el afuera y el adentro de distintas cárceles y contextos de encierro bonaerenses y también en el ir y venir dentro de los penales y entre ellos.
Lo primero que nos enteramos de este narrador es que cada vez que quiere entablar una relación sexoafectiva (o afectiva a secas) se le interponen las vivencias en las cárceles y termina cansando a sus interlocutores. Lo plantea como un problema pero sabe que no puede dejar de hacerlo ni está dispuesto a ello. En efecto, el libro es el presunto resultado de una conversación con la mujer que ama, quien le sugiere escribir lo que le pasa en vez de contárselo a otros todo el tiempo.
Los ejercicios de escritura, la respuesta de los detenidos a sus consignas, su frustración al no conseguir los resultados planeados. El libro tiene cuatro partes, la más larga es un diario donde queda clara la razón por la que el narrador no puede dejar de pensar en esas rutinas, lo que le pasa en cada penal.
Es un puente honesto entre el afuera y el adentro, no un dibujo progresista ni un manifiesto punitivista, claramente. Esto lo agradezco porque me enfurecen las obras con esta temática que están enfocadas en satisfacer un morbo de la clase social que en raras ocasiones va a prisión, por más delitos que cometa. El contenido escolar de la cárcel es novedoso.
DIARIO DE UNA MUDANZA de Inés Garland (Alfaguara, 2024)
Es la primera vez que leo a Inés en literatura para adultos en su rol de autora y no de traductora. Lejos de creer que estoy en falta, siento que tengo una oportunidad de empezar a buscar su obra.
En este libro una mujer llega a la menopausia y muda de cuerpo mientras muda literalmente de casa. Este es un libro de movimientos, de sacudidas. Las estanterías se vuelcan, los mandatos se revolean y mientras se reorganizan, se analizan. Pienso en el valor de esta historia para mujeres y hombres de 50 y 60 años que tengan ganas de hacerse preguntas.
La historia de amor -que la hay, o mejor debería decir “historias de amores”, en plural- termina siendo la de reencontrarse con una misma, reconocerse, quererse en esta nueva forma.
¿Y si esta semana los leés vos?
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