La reconocida actriz argentina se sube al escenario del CCK para protagonizar un show que combina la literatura borgeana y el tango. «El espectáculo es una forma de acercarme a Borges», revela Bonelli.
Hanna Schygulla es una actriz y cantante alemana de enorme trayectoria internacional. Andrea Bonelli, una de las artistas argentinas más destacadas de las últimas décadas. El nexo entre ambas es ni más ni menos que Jorge Luis Borges, el escritor más laureado de nuestro país. El 24, 25 y 26 de mayo, en el Centro Cultural Kirchner, se presentará la obra Borges y yo: Recuerdo de un amigo futuro, en la que Schygulla dirige a Bonelli y nos invita a un recorrido literario y musical a través de varios cuentos del autor y tangos alusivos.
Desde Uruguay y en comunicación telefónica con Por qué leer, la protagonista del espectáculo dio a conocer sus primeros vínculos con la literatura y el desafío que representa llevar a Borges a los escenarios.
¿Cómo fue tu primer acercamiento a la obra de Borges?
No me acuerdo exactamente cuándo fue, no recuerdo qué fue lo primero que leí. Sí hubo un momento de mi vida en que me llegó un libro que me regaló un amigo, Los Conjurados, que es lo último que él publicó. Ese libro me interpeló, me pasaron muchas cosas con ese material, con los relatos, con las poesías. Hay una poesía que a mí me resonó como una síntesis existencial muy profunda: La suma. De hecho, propuse incluirlo en el espectáculo porque originalmente no estaba. Es como una forma de acercarme a Borges, porque los otros textos no los conocía. Me pareció que estaba bueno sumar algo que a mí me comprometiera con el material, y Hanna estuvo de acuerdo. Propuse también Utopía de un hombre que está cansado, de El libro de arena, que a mí me gusta mucho.
Y más allá de Borges, ¿cuál es tu relación con la literatura argentina?
Últimamente estuve leyendo a varias mujeres. Textos de Selva Almada, por ejemplo, y un libro que me encantó que se llama La Sed, de Marina Yuszczuk. Por otro lado, tengo una asignatura pendiente con Roberto Arlt. Con mi padre discutíamos mucho sobre Arlt. Él era muy fanático y yo tenía cierta resistencia. Ahora que mi padre falleció y heredé su biblioteca, me encontré con unos libros maravillosos. Es un escritor que me gustaría haber conocido.
¿Y con autores extranjeros?
Respecto a la literatura internacional, uno de los primeros que leí fue Gabriel García Márquez, libros que mi papá me regaló cuando era chica. Creo que el primero fue Relato de un náufrago, después seguí con toda su obra. Fueron los libros de mi niñez.
En otras etapas de mi vida leí a Haruki Murakami. Hace un tiempo que no estoy leyendo tanto, aunque me gustaría retomar el hábito. Justamente ahora estoy trayendo libros de la biblioteca de mi papá al lugar en el que estoy y se me cayó uno al azar: Tienda de los milagros, de Jorge Amado. No lo leí, lo quiero empezar, pero tiene la letra chica y es un problema.
¿Cómo se produjo el primer contacto entre Hanna y vos?
La conocí hace muchos años, en un festival de teatro en Buenos Aires, a partir de ahí establecimos una relación, nos comunicamos vía mail y nos veíamos cuando yo viajaba a Francia, donde ella vive. En uno de esos viajes, no hace tanto tiempo, nos encontramos y hablamos un poco de cuestiones artísticas, de lo que cada una tenía ganas de hacer. Ella ya había hecho este espectáculo en francés y en alemán y al día siguiente de vernos me dejó un mensaje diciéndome que le gustaría mucho que yo lo hiciera en español.
¿Como hacés vos, como actriz, para vincular los textos y los tangos?
Es un desafío enorme meterme con un material tan literario para hacerlo escénicamente. Hay muchos disparadores de imágenes, tanto para mí cuando los digo como para quien los escucha. La música lo que hace es ir acompañando estas imágenes. Me parece una hermosa relación la que se crea entre la palabra y la música. Los tangos que ella eligió son un poco hablados, a veces instrumentales, a veces cantados. También hay música original de Peter Ludwig. Y todo está relacionado con la temática de los cuentos. Es como un diálogo.
La cita, entonces, parece ineludible para todo aquel que disfrute la literatura, la música y el teatro. Tal como sugiere el poema borgeano favorito de la actriz, el todo siempre es más que la suma de sus partes.
Borges y yo se presentará como parte del ciclo Mayo cantado los días 24, 25 y 26 de mayo en la Sala Argentina del CCK. La entrada es libre y gratuita. Además de Bonelli, sobre el escenario estarán Shino Ohnaga (piano) y Cristina Titi Chiappero (cello).
Crédito foto: Revista Noticias.