La editora experta en libros y autores para adolescentes destacó el valor de que la Feria del Libro le dedique tanta atención a ese público. “La cosa sale bien porque los escuchamos mucho a ellos”, contó.
La primera vez que Cris Alemany vio en vivo y en directo el poder de la ahora llamada “movida juvenil” fue en la Feria del Libro de 2014, cuando el escritor estadounidense James Dashner (creador de la saga Maze Runner), convocó una cantidad de fanáticos solo equiparable a la visita de Ray Bradbury de 1997.
“Ocurrió algo totalmente insólito en ese momento, todo el mundo sorprendidísimo, tuvimos que tener la feria abierta hasta las 2 de la mañana”, recuerda Alemany en diálogo con Por qué leer. En aquella ocasión ella ofició de presentadora por la editorial V&R y tuvo que pedirle al autor que enviara un saludo a los seguidores que se habían quedado afuera de la sala por falta de espacio.
Al año siguiente, varios adolescentes fueron a golpear las puertas de la Fundación El Libro (organizadora de la Feria Internacional de Buenos Aires) para decir que querían tener alguna actividad propia, una sala, hablar… “Si ustedes me lo permiten, yo me hago cargo y empiezo a hablar de todo eso”, les respondió a las autoridades cuando la llamaron para contarle lo que estaba sucediendo. “Era todo muy nuevo, no se sabía qué pasaba”, cuenta Cris.
Un camino de ida
Desde 2015 la movida juvenil dejó de ser una opción. Alemany organizó el primer encuentro internacional de booktubers (creadores de contenido sobre libros en YouTube). Se hicieron presentes el español Javier Ruescas y la mexicana Fa Orosco y hubo, una vez más, miles de personas. “Fue una locura”, califica Cris.
“A partir de ahí se repitió todos los años y cada vez fue creciendo más. La sala de 1000 personas siempre se llena a tope”, destaca Alemany, quien quedó a cargo del encuentro de bookfluencers (de redes sociales como YouTube, Instagram y TikTok) y algunas otras actividades.
¿La fórmula del éxito? “Me reúno con los chicos durante el año para ver qué expectativas e ideas tienen, qué quieren hacer. Y la cosa sale bien porque los escuchamos mucho a ellos y porque la Fundación me da las facilidades y la libertad para desarrollar lo que creo que mantiene viva la movida”, comparte Cris.
-¿Qué características de la literatura juvenil la hacen única?
-Es de las que presentan la bibliodiversidad más amplia. No hay ningún tema tabú para la literatura juvenil. Siempre hay un género que está por encima del otro, por ejemplo en estos momentos está muy fuerte el fantasy, pero eso no significa que no se lean novelas realistas o románticas.
En la Feria los chicos van a tener de todo. En cuanto a las temáticas, estarán presentes aquellas de las que les interesan hablar como la identidad, la diversidad, el cuerpo, la salud, la salud mental. Es muy raro que un chico venga a la movida juvenil y diga “no se tocó este tema”.
Con eso de que no tenemos temas prohibidos, realmente se puede encontrar desde el drama hasta cosas más sencillas, no ficción, ficción, poesía, novela gráfica…
-Es paradójico que, habiendo tantos puntos positivos, exista un prejuicio sobre los libros que consumen adolescentes y jóvenes. Muchos adultos afirman: “los chicos no leen”.
–Los chicos no leen lo que no les interesa. Yo tampoco leo lo que no me interesa. Nos pasa a todos. El tema es dar con lo que le interesa a cada chico y eso a veces es un esfuerzo por parte de los adultos, padres, docentes… Los mismos docentes muchas veces nos dicen “no conseguí que se engancharan con nada hasta que alguien me dijo dales a leer tal cosa y resulta que se engancharon todos”. Es un trabajo para hacer.
Las editoriales lo han entendido, la Feria también, y muchas librerías lo mismo, con la exhibición de los libros o los lugares especiales para que los jóvenes entren sin ningún tipo de miedo a revolver los libros, a leer sin que nadie los critique, sabiendo que hay que les está dedicado.
Falta entenderlo un poco más a nivel educativo, en las escuelas. Obviamente que ahí se dan cierto tipo de textos que hay que estudiar dentro de lo que es la tradición clásica, pero en el programa de cada año quizá podría darse la oportunidad de que los adolescentes elijan uno o dos libros que les gusten a ellos.
-Y si hablamos de calidad, ¿cuál es tu mirada sobre el valor literario de estos textos?
Ningún libro es tan malo que no te deje una enseñanza positiva, ya sea que aprendiste vocabulario nuevo, ortografía, un giro, gramática, de geografía porque transcurre en tal lado. Algo siempre te deja. Tampoco los libros para adultos son todos de una calidad maravillosa.
Creo que hay prejuicio, no solo con la literatura juvenil sino también con algunos betsellers, textos románticos. Se le tiene prejuicio a la literatura de entretenimiento. Por eso me gusta situar al libro en el marco de la cultura pop. Hay que equipararlo con lo que es una película, una serie, un videojuego, la música, la tecnología. Para que sea un entretenimiento más.
Cuando el chico descubre que leer es divertido, empieza a hacerlo y encima encuentra en redes sociales un lugar donde también puede participar porque descubre que hay otros miles de chicos que leen. Después va progresando en sus lecturas, los bookfluencers de hoy en día no leen literatura juvenil nada más, leen otro montón de cosas, se han volcado a la poesía, tienen como ídolas a Mariana Enríquez o a Camila Sosa Villada.
-Ya llevás más de 10 años en el rubro, fuiste testigo de esos cambios.
Sí, vi lo bien que les hace leer y hablar de literatura con otros chicos, he visto cómo evolucionan.
Despreciar la literatura juvenil es inútil. No tiene sentido. Me parece mal por parte de los adultos espantar al chico que empezó a leer. Si vos vas a criticarlo por lo que está leyendo, estás espantando un lector a futuro, porque ellos son los que el día de mañana van a mantener la industria editorial, el engranaje del libro. Hay que ser menos críticos y hay que dejarlos volar un poquitito.
-¿Qué expectativas hay para este año?
-Siempre eso es un misterio. Cada vez que terminamos una feria decimos “¿y el año que viene qué hacemos?” Porque nos quedó la vara muy alta. En 2022, por ejemplo, después de 2 años de que la Feria no se realizó por la pandemia se batió el récord de participantes, de espectadores, de ventas.
Este año se plantea de un modo bastante desafiante, dada la situación socioeconómica. Nosotros respondemos con muchas más propuestas totalmente nuevas, nos inclinamos más por el libro dentro de la cultura pop. Vamos a hacer una actividad con Star Wars, otra con la cultura coreana. Nos vamos a bifurcar por algunos otros lados.
Lo que yo espero es que los chicos sigan respondiendo, me parece que la Feria del Libro tiene varios costados: comprar libros, mirar novedades, encontrarte con autores y que te firmen los libros, sacarte una foto. Otra cosa es encontrarte con amigos, participar de las actividades… No sé si vamos a poder superar lo del año pasado, pero esperamos mantenerlo. Deseamos que sigan entrando chicos nuevos a la lectura y a la movida. Es lo que nos da esperanzas.
Las actividades elegidas por Cris Alemany
• Debate y pre estreno de la comedia musical Querido Evan
Sábado 29 a las 20.30
¿Cómo pasar del libro a la propuesta artística?
Con Julia Zenko, Laura Conforte, Fabio Aste, Máximo Meyer, Guido Balzaretti, Rocío Hernández, Mariel Percossi, Mariano Condoluci y Franco Valerga
Presentan: José Sahovaler (Asociación Psicoanalítica Argentina) Sebastián Irigo (director de la obra) y Pablo del Campo
Sala Carlos Gorostiza
Pabellón Amarillo
• Séptimo encuentro internacional de Bookfluencers
Viernes 12 de mayo de 18 a 22
Sala José Hernández